Equipo internacional de astrónomos ha encontrado un sistema estelar nunca visto en nuestra galaxia. Los científicos creen que una de las estrellas, a unos 8000 años luz de la Tierra, está a punto de producir una peligrosa explosión de rayos gamma,en el momento de la explosión que precederá a su muerte, un evento considerado como el más energético en el Universo.
El sistema está formado por un par de estrellas luminosas y ha sido apodado Apep, dios egipcio del caos en alusión al estado que producirá la explosión masiva de una supernova. Sería la primera explosión de rayos gamma dentro de nuestra propia galaxia, la Vía Láctea.
Los astrónomos han descubierto este singular y bello sistema estelar en la constelación del sur de Norma, situada justo debajo de la cola de Escorpio,. El descubrimiento está publicado en Nature.
Es en su núcleo, envuelto en un penacho esculpido de polvo y gas que le dá esa belleza singular, donde se encuentra este poderoso sistema binario.
Las dos estrellas calientes y luminosas, conocidas por los astrónomos como Wolf-Rayets – orbitan entre sí cada cien años, según la investigación llevada a cabo en el Instituto de Sydney de Astronomía .
Esta danza orbital está grabada en un viento rápido que fluye de las estrellas. Usando la espectroscopia, los astrónomos han medido la velocidad de los vientos estelares tan rápido como 12 millones de kilómetros por hora, alrededor del 1 por ciento de la velocidad de la luz. Algo inverosímil para nuestra mente.
«Descubrimos esta estrella tan especial con el radio telescopio operado por la Universidad de Sydney. Supimos de inmediato que habíamos encontrado algo bastante excepcional: la luminosidad de su espectro. al infrarrojo estaba fuera de loo imaginable», dijo el Dr. Callingham, autor principal del estudio.
“Cuando vimos la impresionante nube de polvo enroscada alrededor de estas estrellas incandescentes, decidimos llámalo ‘Apep‘ – la monstruosa deidad serpiente y mortal enemigo del dios Sol Ra de la mitología egipcia…. dijo Profesor Peter Tuthill , grupo de investigación Líder en la Universidad de Sydney.
La cola de polvo en espiral, nos asombró, supimos que estábamos tratando con una tipologia rara y especial de Nebulosa llamada molinillo ”, dijo el profesor Tuthill.
La cola curva está formada por las estrellas binarias en órbita alrededor del centro, que inyectan polvo en la expansión algo así como lo que sucede rociador de césped giratorio. Debido a que el viento se expande tanto, forma diminutos rollos de polvo que revelan la física de las estrellas en el corazón del sistema. Sin embargo, los datos sobre la pluma presentaban un enigma: los vientos estelares se expandían 10 veces más rápido que el polvo. Fue algo simplemente asombroso, dijo el profesor Tuthill. Era como encontrar una pluma atrapada en un huracán sólo a la deriva.
Dr. Benjamin Pope , un coautor de la Universidad de Nueva York, dijo: La clave para entender el comportamiento tan extraño del viento reside en la rotación de las estrellas centrales
Lo que hemos encontrado en el sistema Apep es un precursor de supernova que parece ser muy rápido girando, tan rápido que podría estar cerca de la ruptura. Se sabe que las estrellas Wolf-Rayet, como las que conducen la pluma de Apep, son estrellas muy masivas al final de sus vidas; en cualquier momento podrían explotar como supernovas.
Las supernovas normales de por sí ya son eventos extremos, pero esa rápida velocidad de rotación sitúa a Apep en una clase completamente nueva. Agregar rotación a la mezcla realmente es como arrojar gasolina al fuego.
Los investigadores creen que esta podría ser la receta para una tormenta estelar perfecta para producir una explosión de rayos gamma.
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Afortunadamente, parece que Apep no apunta a nuestro planeta Tierra, porque un golpe de ráfaga de rayos gamma podría despojarnos del ozono. de la atmósfera, aumentando drásticamente nuestra exposición a la luz UV del sol.
En última instancia, no podemos estar seguros de lo que pasará con Apep, cual será su futuro, dijo el profesor Tuthill. El sistema puede ralentizarse lo suficiente como para que explote como una supernova normal en lugar de un expandir una ráfaga de rayos gamma.
Una exposición a la física extremadamente peligrosa a la que nunca antes no hemos visto expuestos en nuestra galaxia.
Este estudio se realizó utilizando el Telescopio anglo-australiano en Coonabarabran y el Muy grande Telescopio en el desierto de Atacama, Chile, y contó con el apoyo de colegas de la Universidad de Edimburgo, la Universidad de Sheffield y la Universidad de Nueva Gales del Sur
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